El desarrollo de la inteligencia artificial en México aún es incipiente y los desafíos para su adopción son muchos; sin embargo, especialistas coinciden que este conjunto de tecnologías es una parte importante para lograr sistemas alimentarios más sostenibles y eficientes.

Astrid Rivera*

La tecnología es uno de los grandes aliados en varios sectores, incluido el agrícola, y cada vez es más variado el abanico de opciones que ofrece. Una de ellas es la inteligencia artificial, que puede hacer más eficientes los procesos en todas las partes de la cadena agroalimentaria, desde el cultivo hasta la integración al mercado de los productos, hacer más predecible las condiciones del ambiente, entre muchas más aplicaciones.

El desarrollo de la inteligencia artificial aún es incipiente y los desafíos para su adopción son muchos; sin embargo, especialistas coinciden que este conjunto de tecnologías es una parte importante para lograr sistemas alimentarios más sostenibles y eficientes.

El cambio climático, el crecimiento de la población y los recursos naturales cada vez más escasos hacen necesario encontrar nuevos modelos para la producción de alimentos y garantizar que toda la población tenga acceso a ellos. Ante este panorama, la inteligencia artificial es una alternativa para asegurar la seguridad alimentaria de forma sostenible.

La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en un término general para referirse a aplicaciones que realizan tareas complejas para las que antes eran necesaria la intervención humana, como la comunicación en línea con los clientes a través de chatbots. Federico Bert, especialista en Agricultura Digital del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), explica que la inteligencia artificial es un término que abarca varias tecnologías que permiten analizar grandes volúmenes de información.

“Básicamente la inteligencia artificial son algoritmos, desarrollos informáticos, que tratan de imitar actividades o acciones cognitivas de los humanos como analizar datos o información y tomar decisiones. Tiene usos en distintos sectores económicos, uno de ellos es la agricultura”.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) la inteligencia artificial (IA) está comenzando a aplicarse en la agricultura en tres áreas principales: la robótica agrícola, el seguimiento del suelo y los cultivos; y el análisis predictivo. El organismo de las Naciones Unidas sostiene que la inteligencia artificial puede desempeñar diversas funciones como la optimización de actividades como plantar y cosechar, mejorar la planificación, entre otras aplicaciones.

Representantes del equipo de KM Zero, impulsor de startups del sector alimentario, comentaron a Agro Orgánico que la inteligencia artificial puede ayudar a toda la cadena agroalimentaria, desde la cosecha hasta el consumidor final, ya que ofrece herramientas muy útiles que “en nuestras manos está saber aprovecharlas para hacer un mejor sistema alimentario, o simplemente como una herramienta para vender más y ahorrar costos”.

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