La corteza de la tuna podría inhibir los radicales libres –vinculados en la aparición de enfermedades crónico-degenerativas— y la inhibición de la actividad de enzimas digestivas.

Por redacción Agro Orgánico

México. – Especialistas del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) investigan las propiedades antioxidantes y funcionales de la cáscara de la tuna “roja lisa”.

Aunque la tuna suele consumirse como fruta fresca y es empleada para la elaboración de diferentes productos alimenticios como jugos, mermeladas o licores, las cáscaras de la cactácea, que representan entre 50 a 100 gramos de la materia prima, son consideradas “residuos” agrícolas y a menudo se desechan a pesar de ser fuente de compuestos bioactivos, apuntó la investigadora del Inifap, Mayra Denise Herrera.

La especialista explicó que los compuestos bioactivos pueden aprovecharse potencialmente para beneficiar la salud humana, ya que las características de corteza de la tuna podrían inhibir los radicales libres –implicados en la aparición de enfermedades— y la actividad de enzimas digestivas que están relacionadas al metabolismo de carbohidratos y lípidos, lo que les confiere potencial hipoglicémico e hipolipidémico.

Esto es posible porque hay presencia de metabolitos secundarios y componentes con propiedades antioxidantes y funcionales, como lo evidenció el proceso de caracterización y evaluación de su funcionalidad in vitro, abundó la investigadora.

El estudio, realizado en conjunto con el investigador Jorge Zegbe Domínguez, en la Huerta Comercial de Nopal “Roja Lisa”, ubicada en Los Pinos, Zacatecas, exploró el efecto del riego suplementario sobre la concentración de fitoquímicos y propiedades funcionales como la capacidad antioxidante y la capacidad de inhibición de enzimas digestivas.

La investigación se llevó a cabo con extractos de las cáscaras de frutas recolectadas durante la cosecha y después de las condiciones de almacenamiento, y en el estudio se incluyeron muestras de la piel de las tunas recién cosechadas, señaló Herrera.

De acuerdo con el Inifap, toda esta información de la tuna roja, una variedad con mayor cantidad de antioxidantes por la presencia de unos pigmentos denominados betalaínas, es importante para los países productores en el mundo.

Destacó que sólo en México se producen aproximadamente 42 mil 728 toneladas de cáscaras de frutos rojos por año, lo que puede aprovecharse en beneficio de la salud humana.

México es el principal productor y consumidor de tuna roja en el mundo. En 2022 se cosecharon más de 88 mil toneladas de esta variedad y tuvieron un valor de 365 millones 289 mil pesos, según cifras del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).

En 2022, el Estado de México fue el principal productor de tuna, con 15 mil 800 hectáreas y un rendimiento medio de 9.8 toneladas por hectárea, seguido por Puebla, con cinco mil 541 hectáreas y el mejor rendimiento del país con 22 toneladas por hectárea.

Anterior México se mantiene como el principal consumidor de huevo a nivel mundial
Siguiente Rabobank apunta a volatilidad en granos, sanidad y sequía como retos para avicultores de Jalisco