Las prácticas de higiene que implementa este sector hicieron que reaccionara de mejor manera a la emergencia sanitaria por COVID-19

Astrid Rivera*

México. – Ante la pandemia por COVID-19, la agricultura protegida se enfrentó a la disminución de las exportaciones y a la incertidumbre económica, lo cual generó que las inversiones se detuvieran; sin embargo especialistas aseguran que las prácticas de higiene que implementa este sector hicieron que reaccionara de mejor manera a la emergencia sanitaria y prevén que el crecimiento en esta industria continuará debido a que cada vez más los consumidores demandan productos de mejor calidad.

Alfredo Díaz Belmontes, director general de la Asociación Mexicana de Horticultura Protegida (AMHPAC), comentó a Agro Orgánico, que a causa de la contingencia sanitaria disminuyó la producción de tomate y de bell pepper –también conocido como pimiento morrón–; ambos productos son los principales cultivos que exporta la industria hortícola protegida mexicana.

“La estadística que tenemos es que hubo una baja en la producción en tomate y en chile bell pepper; en el caso del tomate hasta ahora llevamos producidas 38 mil toneladas menos que en el mismo periodo del 2019. En el caso del chile bell pepper, llevamos producidas 35 mil toneladas menos en relación con 2019 y en el pepino prácticamente estamos produciendo lo mismo que en el 2019.

Estos básicamente son los cultivos preponderantes que producimos en la industria hortícola protegida en México; del 100% de lo que producimos más o menos el 60% es tomate ,el 19% es chile bell pepper y 7% pepino, lo que resta es berenjena y algunas especialidades”, explicó.

El director general de la AMHPAC detalló que durante mayo se registró una caída en las exportaciones hortícolas protegidas. No obstante, resaltó que este sector no ha tenido tantas afectaciones como otros.

“Cuando empezó la pandemia, sobre todo en Estados Unidos hubo un alza en la demanda; a lo mejor fue una reacción natural de la gente de tener provisiones de muchas cosas, entre ellos de hortalizas. Tuvimos un incremento en los meses de enero a marzo de estos productos, hubo compras de pánico, pero luego en abril y en mayo se cayeron drásticamente las exportaciones, básicamente en estos tres cultivos: tomate, chile bell pepper y pepino”, indicó.

Destacó que las 268 empresas asociadas a la AMHPAC han adicionado nuevas medidas para evitar la propagación de la COVID-19, tales como espaciar a los empleados que se encuentran en diversas áreas, como la de empaques, así como en invernaderos para cuidar la sana distancia; también se establecieron roles para evitar aglomeraciones en los comedores y en el transporte de personal.

Díaz Belmontes comentó que la agricultura protegida ha crecido mucho en los últimos años, ya que en el 2000 se contabilizaban menos de 200 hectáreas de superficie protegida en México, mientras que a fines del 2019 la cifra fue de 50 mil hectáreas, de las cuales 30 mil están destinadas a la horticultura, 17 mil al cultivo de berries y el resto a la floricultura.

Hasta el mes de junio de este año, la industria hortícola protegida en México registró una producción de un millón 380 mil toneladas, mientras que el valor de sus exportaciones reportó mil 218 millones de dólares, de acuerdo con datos de la AMHPAC.

El reto: mantener la inversión

Alex Pacheco, director comercial de la empresa ACEA Invernaderos, comentó que la incertidumbre generada por la COVID-19 ha detenido las inversiones para el desarrollo de invernaderos; con base en ello, pronosticó una disminución del 45% en las ventas de su empresa y consideró que el principal reto en tiempos de esta pandemia, es mantener el ingreso de capital.

“Los  empresarios están con cierto temor para hacer inversiones, no han hecho las necesarias, el crecimiento se va a detener un poco, se estaba creciendo en alrededor de mil y dos mil hectáreas al año en invernaderos, pero este año no va a haber la suficiente inversión. En las metas estimadas del objetivo general andamos entre un 40 y 45%, estamos viendo que cuando mucho vamos a llegar al 55%, por todas estas situaciones, entonces va a haber un decremento de un 45% en ventas”, advirtió.

Añadió que “al haber incertidumbre, los inversionistas están esperando a que la situación se normalice, van a alargar el ciclo de vida de las cosas, para tener seguridad de lo que va a pasar, porque, en la exportación está habiendo problemas, no hay demanda, hay empresas que nos dicen que de su demanda en el mercado norteamericano esperan perder un 30% porque no están abiertas escuelas, hoteles, restaurantes; toda esa situación hace que haya una disminución del 30% del consumo, que es menos ingreso”.

Por su parte, Fernando Rubio, director general de Inverca México, consideró que aunque la industria de la agricultura protegida fue afectada por la contingencia sanitaria, los protocolos de higiene e inocuidad que forman parte de este sector contribuyeron a que “reaccionara rápido” a las dificultades que presentó la contingencia, por lo que estimó una reactivación en el mediano plazo.

“Es una de las industrias que menos se ha visto afectada, porque hay que seguir produciendo alimentos. Afortunadamente la agricultura protegida es la que más rápido pudo reaccionar a poner normas para tratar de controlar la pandemia, porque ya de por sí la agricultura protegida tiene una serie de normas higiénicas para tatar de no transmitir insectos y enfermedades al cultivo. Se pudo reaccionar más rápido, obviamente se tuvieron que poner normas: que los trabajadores  no estuvieran muy cerca, cubrebocas, etc. Esto dio una ventaja competitiva dentro de la propia industria”, dijo.

Lee el artículo completo en la edición 23 de Agro Orgánico, disponible sin costo para lectura y descarga en nuestro sitio: www.agroorganico.info*Reportera especializada en el sector agropecuario, principalmente en temas enfocados al desarrollo de nuevas prácticas agrícolas que sean más sustentables con el medio ambiente y más equitativas con los pequeños productores. astrid.rivera15@gmail.com

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