La apertura del mercado estadounidense al aguacate de Jalisco representa una oportunidad para llegar a nuevos mercados. Sin embargo, los productores enfrentan el reto de mantenerse y ser competitivos garantizando la sanidad e inocuidad de las exportaciones como el mejor argumento ante controversias comerciales.

Por Ana Isabel Rodríguez*

México. – 2022 fue un buen año para los productores de aguacate de Jalisco. El estado ocupa el segundo lugar nacional en producción de este fruto, con un volumen de producción anual de 250 mil toneladas.

Aunque Jalisco ya exporta más de 113 mil toneladas de su producción a 30 países –entre estos Canadá, Japón, España, Emiratos Árabes Unidos, Rusia, Bélgica, Países Bajos, Francia, Reino Unido, Hong Kong, Arabia Saudita, Uruguay, Portugal y Alemania– fue hasta 2022 que logró la apertura del mercado estadounidense.

En julio de este año, el gobierno de Estados Unidos, a través de su Departamento de Agricultura (USDA – APHIS), autorizó formalmente el ingreso del aguacate jalisciense, luego de notificar al Gobierno de México sobre la conclusión de la inspección y certificación de más de 8 mil hectáreas de aguacate en más 600 huertos.

De acuerdo con la Asociación de Productores Exportadores de Aguacate de Jalisco A.C., (APEAJAL), con esta resolución, los aguacateros jaliscienses exportarán inicialmente de tres a cinco mil toneladas semanales de aguacate Hass a Estados Unidos, cuya demanda es de alrededor de 16 mil toneladas.

Sin embargo, esta autorización tardó 10 años en llegar debido, en buena medida, a decisiones políticas, señala el presidente de la APEAJAL, Javier Medina Villanueva.

“Este es un trabajo que empezó hace 10 años y si bien hace cinco años estaba lista la apertura del mercado de Estados Unidos al aguacate de Jalisco, ésta fue fallida porque no estaba firmado el Plan Operativo México – Estados Unidos, lo que echó para atrás todo lo que habíamos conseguido en cuanto a certificación de huertas y empaques.

Pero, el problema real estuvo en que productores de papa de Estados Unidos se ampararon para no enviar ese tubérculo a México, a pesar de que había un acuerdo entre ambos países que establecía también el envío de aguacate mexicano a EU. La papa nada tenía que ver con el aguacate, pero argumentaron que era una medida fitosanitaria”, detalla Medina Villanueva.

En ese momento, el ingreso de papa fresca a México fue la moneda de cambio para que el aguacate de Jalisco tuviera cupo en las importaciones estadounidenses.

Desde entonces, la APEAJAL reforzó el trabajo coordinado con instituciones de gobierno y con la Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de México (APEAM), para defender el estatus fitosanitario del aguacate de Jalisco.

Al respecto, el presidente de la APEAJAL asegura que hay una revisión fitosanitaria permanente en todos los procesos relacionados con la producción de aguacate para garantizar que el fruto que se exporta está libre de plagas y de insumos prohibidos para el cultivo y con ello, mantener abiertas las fronteras de Estados Unidos.

Actualmente, en Jalisco hay 15 municipios libres de plagas conocidas como barrenadores del hueso y las ramas del aguacate. De éstos, 10 fueron los autorizados para exportar a EU. En el estado se han certificado 8,420 hectáreas como libres de cualquier plaga cuarentenaria.

Desde la apertura del mercado estadounidense, no se han registrado controversias sanitarias. “Sin embargo, no vamos a bajar la guardia, vamos a seguir trabajando”, apunta Medina Villanueva.

*Directora editorial de Agro Orgánico

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