Agencias de la ONU pidieron a los líderes políticos financiación urgente para revertir el hambre extrema, que hace que 155 millones de personas dependan de la ayuda alimentaria.

Roma. – La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y otras agencias de la ONU pidieron a los líderes políticos financiación urgente para revertir el hambre extrema, que hace que 155 millones de personas dependan de la ayuda alimentaria.

“La humanidad puede pilotar un dron y dividir moléculas para generar oxígeno en Marte, pero 155 millones de personas sufren hambre aguda y están en riesgo al no disponer de los medios suficientes. No lo podemos permitir”, dijo el director general de la FAO, Qu Dongyu, ante el informe anual de la Red Global contra las Crisis Alimentarias (GNAFC), publicado este miércoles.

Coordinar esfuerzos, encontrar financiación y prevenir las situaciones más críticas son las principales acciones propuestas a los políticos por los diez representantes de organizaciones internacionales en una reunión virtual organizada por la FAO, con sede en Roma, en la que se presentaron y debatieron los resultados del informe de la GNAFC.

Unos 155 millones de personas en el mundo necesitaron ayuda humanitaria debido a las crisis alimentarias que afectaron a 55 países en 2020, unas 20 millones más que en 2019.

“Más de 34 millones de personas están tocando a la puerta de la hambruna. Estamos agotando el tiempo. Se necesitan 5.000 millones de dólares solo para parar la hambruna. Hay que hablar en serio cuando nos comprometemos con el hambre”, dijo el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), David Beasley.

En cuanto a la financiación, el enviado especial del Reino Unido para la Prevención de la Hambruna y Asuntos Humanitarios, Nick Dyer, apuntó que la mayoría de los fondos destinados a la lucha contra el hambre provienen de donaciones, una forma de recaudación “insostenible”.

Los episodios de escasez alimentaria “empeoraron en magnitud y gravedad” y “exacerbaron las fragilidades preexistentes” durante el último año, a causa de “conflictos prolongados, las consecuencias económicas de la COVID-19 y los fenómenos meteorológicos extremos”, explica el informe.

“Uno de cada tres niños en el mundo no come lo que debería”, señaló la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, quien hizo hincapié en la “fragilidad” de los organismos de los más pequeños, que necesitan “agua potable y alimentos, pero también amor y protección” en situaciones de conflicto.

Las crisis alimentarias en el mundo

Unos 155 millones de personas en el mundo necesitaron ayuda humanitaria debido a las crisis alimentarias que afectaron a 55 países en 2020, unos 20 millones más que en 2019, revela el informe anual publicado por la Red Global contra las Crisis Alimentarias (GNAFC), en colaboración con distintas agencias de la ONU.

Los episodios de escasez alimentaria “empeoraron en magnitud y gravedad” y “exacerbaron las fragilidades preexistentes” durante el último año, a causa de “conflictos prolongados, las consecuencias económicas de la COVID-19 y los fenómenos meteorológicos extremos”, se explica en el documento que analiza la situación mundial de la seguridad alimentaria y la nutrición.

“El conflicto y el hambre se retroalimentan. No se pueden resolver por separado”, defiende el secretario general de la ONU, António Guterres, en el informe, donde aboga por afrontar ambos problemas al mismo tiempo en un momento en el que hay más de 30 millones de personas al borde de la hambruna en el mundo.

La zona del mundo más afectada por la escasez alimentaria es África, donde residen 97,9 millones de personas en esa situación, por delante de Oriente Medio (29,4), el Sur de Asia (15,6), América Central y el Caribe (11,8) y Europa del Este (600.000).

Con información de: Efeagro

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