Estas variedades fueron identificadas con base en un estudio de 15 tipos de aguacates criollos provenientes de los estados de Guanajuato y Nayarit

Por redacción Guía Agroindustrial

México. – Investigadores del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) identificaron diversas variedades de aguacates criollos, que poseen cualidades superiores a las comerciales, como el aguacate Hass, y cuya pulpa puede ser congelada para su exportación o para la producción de aceite, entre otros usos.

En un boletín de prensa, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) informó que dichas variedades fueron identificadas con base en un estudio de 15 tipos de aguacates criollos provenientes de los estados de Guanajuato y Nayarit para determinar su rendimiento, contenido de pulpa y aceite y sabor.

De acuerdo con el especialista del Campo Experimental Bajío del Inifap, Salvador Guzmán Maldonado, la investigación mostró que materiales criollos cuyo peso es similar al aguacate Hass, el cual ronda de 150 a 300 gramos. Estas son las variedades Fuerte y Uriel, con 198 y 161 gramos, respectivamente.

Por otra parte, el contenido de pulpa de algunos genotipos es significativamente superior al del Hass (66 por ciento del peso, en promedio). Por ejemplo, la variedad Fuerte contiene 91 por ciento de pulpa debido al pequeño hueso que posee, mientras que Uriel presenta un 77 por ciento de su peso, apuntó el especialista.

Asimismo, dijo que hay otros materiales que se pueden procesar para producción de pulpa, como Landin 1 y 2, NNN, Pata de Pichó, Pachis, RLV Alargado y Verde Punteado, los cuales presentan de 70 hasta 83 por ciento de pulpa, indicó.

En relación con el contenido de aceite, los investigadores del Inifap demostraron que hay materiales criollos que llegan a presentar hasta 68 por ciento de aceite, llamados «aguacates mantequilla», como Pachis 2, NNN, RLV Alargado, Pata de Pichón y Lindan 3, con un porcentaje superior considerando el 18 por ciento del aguacate Hass.

Sólo en Guanajuato, el Inifap detectó que existen al menos 300 tipos diferentes de aguacate criollo. Sin embargo, señalan que debido a la forma en que se propaga, se cree que muchos provienen de un mismo tipo.

Guzmán Maldonado explicó que, para verificar el origen genético de estos materiales, el instituto realiza un estudio con microsatélites y a través de la secuenciación, en colaboración con el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav).

También, refirió que se denomina aguacate criollo al que es propio de una región, que ha sido conservado y protegido por las poblaciones donde se produce, principalmente para autoconsumo. Este tipo de fruto se desarrolla en Puebla, Michoacán, Nuevo León, San Luis Potosí, Nayarit y Guanajuato.

Al hablar de las particularidades y características físicas, el especialista recordó que en general, el aguacate criollo es de color verde y en algunos casos la cáscara es gruesa como la del Hass. En contraste, algunos materiales criollos de color negro pueden ser consumidos con todo y cáscara.

El investigador recordó que en México el consumo de aguacate es de seis kilogramos per cápita anuales.

Respecto a los beneficios nutricionales de esta fruta, mencionó que de acuerdo con estudios realizados en las Universidades de Loma Linda en Los Ángeles, California, y Tufts en Boston, Massachusetts, comer medio aguacate da una sensación de saciedad y mejora la memoria en personas de la tercera edad.

También se ha demostrado que el consumo de aguacate disminuye el riesgo de padecer trombosis.

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