En un informe presentado a ministros de Consejo Agropecuario del Sur (CAS) en la COP 28 se advierte el impacto del cambio climático en el sector productivo de la región.
Por redacción Guía Agroindustrial
Dubái, Emiratos Árabes Unidos. – Sudamérica enfrenta un verano con alta probabilidad de eventos meteorológicos extremos, que tendrán un impacto en la actividad productiva de sus países por la persistencia de los efectos del fenómeno conocido como El Niño, advierte un informe científico presentado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 28).
El documento, presentado a los ministros y altos funcionarios de Agricultura de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Uruguay y Paraguay, naciones que integran el Consejo Agropecuario del Sur (CAS), señala que en muchas zonas de la región sudamericana podrían registrarse inundaciones y en otras, sequía, aunque algunos ecosistemas productivos podrían beneficiarse por una adecuada disponibilidad de agua luego de largas períodos con lluvias escasas.
En un boletín de prensa, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) apuntó que el documento científico presentado anticipa que se pronostican lluvias por encima de lo normal, crecidas de los ríos que podrían provocar inundaciones y tormentas extremadamente fuertes en la Gran Cuenca del Plata, que incluye Argentina, Uruguay, Paraguay y el sur de Brasil.
La situación opuesta ocurrirá en el Norte y el Nordeste de Brasil, donde se esperan sequías intensas y severas. En buena parte del territorio chileno, en tanto, las previsiones indican que se registrarán temperaturas superiores a las habituales.
El IICA señaló que esta información, “que confirma que el sector agropecuario es víctima del cambio climático y debe extremar sus esfuerzos colectivos para ser resiliente”, fue presentada por Cecilia Gianoni, secretaria ejecutiva del Programa Cooperativo para el Desarrollo Tecnológico Agroalimentario y Agroindustrial del Cono Sur (PROCISUR), instrumento de integración entre los institutos de investigación de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay y el IICA.
Durante la COP28 en la Casa de la Agriculturas de las Américas –el pabellón del IICA junto a sus 34 estados miembros y sus socios del sector privado– ministros de Agricultura y autoridades reclamaron que se agilicen los mecanismos financieros internacionales para acelerar la adaptación del sector agropecuario a los efectos del cambio climático, que afecta la producción y los medios de vida en zonas rurales.
«Promovemos la participación activa de la agricultura regional en esta cumbre climática global pues las y los productores son guardianes de la naturaleza y deben estar en el centro de todas las decisiones que se tomen, las cuales tienen que estar basadas en ciencia», apuntó el director general del IICA, Manuel Otero.
Respecto al informe, científicos de los institutos de investigación agropecuaria miembros del PROCISUR realizaron este documento debido a la alta prioridad que la adaptación al cambio climático tiene para el sector agropecuario de la región.
Los especialistas recuerdan que las condiciones de extrema sequía afectaron a la región centro y sur de América del Sur con severos impactos económicos y sociales tanto en Chile, Bolivia, Paraguay y Uruguay como el sur de Brasil y Argentina, que comienzan a revertirse de a poco en algunas zonas. En los últimos tres meses –señalan– las condiciones mejoraron, aunque persisten focos de sequía.
En cuanto a las perspectivas, el documento señala que la información con base científica indica una probabilidad superior al 90% de que El Niño persista en el verano del hemisferio sur.
En la zona altiplánica se esperan precipitaciones menores a lo normal entre diciembre y marzo, que habitualmente representan la mayor proporción de la oferta hídrica de la zona.
En la Cuenca del Plata hay probabilidad de anegamientos e inundaciones por efecto de lluvias intensas y por desborde de ríos y arroyos, que podrían afectar áreas deprimidas, sectores litorales o de ribera, campos bajos y áreas vulnerables, incluyendo zonas bajas de uso agrícola o ganadero.
Aunque se recuperará la oferta de pastizales y pasturas, el ganado de carne y leche podría sufrir estrés por las altas temperaturas. En la región pampeana se espera una mayor disponibilidad de agua.
En tanto, la productividad se verá afectada en el norte y nordeste de Brasil por la falta de lluvias que aumentará el riesgo de incendios forestales y reducirá el caudal de los ríos, especialmente si el fenómeno de El Niño se intensifica.
En el Gran Chaco y el Pantanal brasileño, es más probable la ocurrencia de lluvias normales o incluso superiores, lo que incrementará la disponibilidad de agua en todos los agroecosistemas y repercutirá positivamente en el alimento para el ganado.