El gobierno mexicano anunció la desaparición del pesticida de manera gradual, durante los próximos cuatro años
México. – Un agente exterminador ha sido centro de controversia entre altos funcionarios del gobierno federal. Es como un ángel de la muerte que, además de dañar el ambiente, es potencialmente letal para el ser humano, señala una nota de Tec Review en español.
Se trata de un poderoso herbicida plenamente identificado: glifosato. Aunque ya se han comprobado sus efectos nocivos alrededor del mundo, en México aún había un bando del gabinete presidencial defensor de su utilización en agricultura.
El final de una larga discusión
El 12 de agosto acabó la disputa. El presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó un proyecto a través del cual su gobierno eliminará gradualmente el uso de este herbicida a lo largo de los próximos cuatro años.
Esto como parte del proceso de prohibición de agroquímicos altamente peligrosos, propuesto en el documento Perspectivas de las Importaciones y Exportaciones de Plaguicidas en México 2020, de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), que señala lo siguiente:
“Para el caso particular del glifosato es primordial avanzar en la búsqueda y aplicación de alternativas para lograr su eliminación gradual”.
Los dimes y diretes sobre el glifosato se desataron después de que en un audio filtrado el 5 de agosto se escuchara a Víctor Manuel Toledo Manzur, titular de la Semarnat, acusar de obstaculizar la regulación de dicha sustancia por intereses empresariales a los funcionarios Víctor Villalobos Arámbula, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, y Alfonso Romo Garza, jefe de oficina de la Presidencia.
La determinación de prohibir el glifosato está basada en documentos como el de 2015 de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en que se clasifica al glifosato y otros pesticidas como “probablemente cancerígenos para los seres humanos”.
Evidencia del glifosato tóxico
Por otro lado, Jesús Enrique López Avendaño, doctor en ciencias agropecuarias, de la Facultad de Agronomía de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), en entrevista para Tec Review comenta que existe suficiente evidencia para afirmar que el glifosato es tóxico y no biodegradable.
“Se han encontrado residuos de glifosato, como contaminante del suelo. Se ha reportado que es perjudicial para las abejas: principal agente polinizador en el ambiente. También se han hallado residuos de glifosato en el agua subterránea, y ésta es la principal fuente de abastecimiento de agua potable en muchas localidades del país”, expresa el especialista en agronomía.
El “quema todo”
En algunas zonas rurales de México también le llaman “quema todo”, porque el glifosato seca la maleza como si se hubiera incendiado. Un inconveniente del empleo de esta sustancia está en que aniquila toda la vegetación sobre la que caiga, incluyendo la que no es mala, según López Avendaño.
“Está dentro del grupo de productos químicos llamados plaguicidas. La maleza está considerada como una plaga para los cultivos, por esto el glifosato es también un herbicida”, aclara.
Los herbicidas hechos a base de glifosato, según López, son regularmente líquidos disueltos en agua. Si se rocían manualmente, la aplicación es más controlada, porque se dirige directamente a la maleza.
“El problema es que ya cuando estos herbicidas se aplican con un tractor, entonces se utiliza una mayor cantidad de ellos y si hay viento, los arrastra y puede llevarlos a otras partes. Y peor si se aplican con avioneta, porque entonces estarían aún más expuestos al efecto del viento”.
La ganancia eclipsa la ecología
López Avendaño afirma que en países como Francia, España, Italia, Dinamarca y Argentina ya se ha suspendido el uso del glifosato. Inclusive en Alemania, país de origen de la primera empresa fabricante de la sustancia, se prohíbe su uso a partir de 2023.
Con información de: Tec Review