En el marco de la conmemoración del inicio de la Revolución Mexicana, el organismos advirtió que el descontento y la pobreza en el campo aumentan por la falta de apoyos para sobreponerse a las crisis provocadas por la sequía, así como a la prohibición de insumos para la producción agrícola.

Por redacción Guía Agroindustrial

Ciudad de México. – La falta de desarrollo científico en el campo impide que a 113 años del inicio de la Revolución Mexicana se cumpla con las demandas de hombres y mujeres del sector rural que no tienen libertad para utilizar las herramientas tecnológicas que los ayuden a incrementar la productividad de sus tierras y reducir la pobreza histórica en que viven, afirmó el presidente de la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos (Umffaac), Luis Eduardo González.

En el marco de la conmemoración del inicio de la Revolución Mexicana, González advirtió que el descontento y la pobreza en el campo aumentan por la falta de apoyos para sobreponerse a las crisis provocadas por fenómenos naturales como la sequía que, de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), afecta a casi 60 por ciento del territorio nacional.

Agregó que “la falta de atención y el olvido en el que se tiene al sector rural en los estados más desfavorecidos del país, como es el caso de Guerrero, entidad que se vio afectada por el huracán Otis, genera incertidumbre y descontento que puede desencadenar en violencia, ya que siguen siendo víctimas de promesas incumplidas”.

Por otra parte, recordó que de octubre del 2022 al mismo mes de este año, el costo de la canasta básica –indicador clave de la pobreza extrema por ingresos en el ámbito rural– experimentó un incremento del 4.8 por ciento, lo que se traduce en un aumento de $77.28 pesos, superando la tasa de inflación anual, que fue de 4.3 por ciento.

Sumado a lo anterior, González Cepeda destacó la desventaja de los campesinos mexicanos ante su principal socio comercial, Estados Unidos, al carecer de tecnología que les permita ser competitivos. En este sentido, recordó que ahora se intenta prohibir el herbicida glifosato que ha sido utilizado por más de 30 años en nuestro país y que, consideró, “es una herramienta tecnológica que es indispensable para apoyar en los rendimientos de los cultivos”.

Al respecto, recordó que el 16 de noviembre pasado, la Unión Europea (UE) renovó por un período de diez años la autorización para el uso del glifosato en ese continente, luego de un análisis exhaustivo y plural sobre el herbicida. Detalló que, de acuerdo con la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), encargada de supervisar la peligrosidad de los agroquímicos, “no hay áreas de preocupación críticas por el uso del glifosato y cumple los criterios para la renovación, la cual fue concedida la semana pasada”.

Por su parte, mencionó que la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA) responsable de evaluar el riesgo de los agroquímicos señalo que el glifosato no es cancerígeno, ni genotóxico y no causa ningún otro riesgo para los seres humanos o el medio ambiente.

Respecto a México, dijo que el Poder Judicial, por medio de un tribunal federal, está por amparar a empresas en contra del decreto que prohibirá el uso del glifosato a partir del primero de abril del 2024, lo que “ofrece una esperanza para no disminuir los rendimientos como el maíz grano del cual se espera que importemos este año 20 millones de toneladas”.

Al respecto, consideró que la resolución judicial “temida por el grupo radical del gobierno, está basada en evidencia científica que demuestra que el glifosato no es dañino para la salud humana, tal y como acaba de ocurrir en Europa”.

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