Los recubrimientos para frutas y hortalizas preservan tanto la calidad de los productos como su calidad nutricional

México. – Con el objetivo de reducir la pérdida de alimentos en poscosecha, Investigadores del Colegio de Postgraduados (Colpos) y del Instituto Tecnológico Superior de Tierra Blanca desarrollaron recubrimientos y películas biodegradables que han demostrado ser efectivos en la conservación de frutas y hortalizas.

Las películas y recubrimientos creadas por los investigadores son elaborados con sustancias naturales como cera de abeja, glicerol, ácido oleico y quitosano, así como hidrocoloides –como el alginato—, goma laca, goma guar, hidroxipropilmetilcelulosa (HPMC) y otros aditivos que contribuyen al mejoramiento de las propiedades mecánicas, térmicas y de permeabilidad, informó el Colpos en un comunicado.

De acuerdo con la institución, los recubrimientos desarrollados se han aplicado en productos como chayote, papaya, mango y cítricos, entre otros.

Estos recubrimientos y películas comestibles son utilizados durante la postcosecha para proteger y conservar productos hortofrutícolas frescos, ya que permiten retrasar el envejecimiento y reducir significativamente la pérdida de peso y agua así como, el intercambio de gases que influyen en la estabilidad química y crecimiento microbiano.

El Colpos explicó que una película y un recubrimiento se diferencian en que la primera es una capa delgada de material comestible, formada por separado para su posterior uso en el producto, mientras que un recubrimiento se aplica sobre la superficie de un alimento, ya sea por inmersión en una disolución o por aspersión.

La reducción del desperdicio de alimentos mediante del uso de estos recubrimientos es muy importante, ya que en México 37 por ciento de la producción hortofrutícola se desperdicia, sobre todo en productos como guayaba y mango.

En el desarrollo de estos recubrimientos biodegradables participan los especialistas de Colpos: Adriana Contreras Oliva, Josafhat Salinas Ruiz, José Andrés Herrera Corredor y Juan Valente Hidalgo Contreras, así como del Instituto Tecnológico Superior de Tierra Blanca, Verónica Saucedo Rivalcoba y Gabriela Hernández Ramírez.

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