El glifosato es el herbicida más utilizado en México y en el mundo por su costo-efectividad
Redacción Guía Agroindustrial
Ciudad de México. – La campaña para prohibir el glifosato es una grave irresponsabilidad política porque atenta contra la seguridad alimentaria del país, al ser este producto una herramienta eficaz para controlar la maleza que afecta el crecimiento de los cultivos y, por tanto, incide directamente en un incremento en la productividad alimentaria, afirmó la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos, AC (UMFFAAC).
En un comunicado, la UMFFAAC señaló que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt); las Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y de Salud (SSA), así como la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer) “mienten” al señalar que el glifosato sea altamente tóxico y constituya una seria amenaza a la salud y a los ecosistemas, ya que países como Estados Unidos, Canadá y Brasil, por citar algunos, han continuado su uso con base en análisis científicos.
El glifosato –explicó– es el herbicida más utilizado en México y en el mundo por su costo-efectividad: aumenta la productividad, tienen bajo costo, es de amplio espectro y tiene una baja toxicidad; por esta razón, agregó la UMFFAAC, la SSA a través de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), tiene clasificado al glifosato en la banda verde de toxicidad, la de más bajo riesgo.
Asimismo, refirió que tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) han señalado que “es poco probable que el glifosato sea un riesgo carcinogénico para los seres humanos a través de la dieta”.
La UMFFAAC consideró que la oposición al glifosato no es más que “el reflejo de una posición ideológica”, cuyas consecuencias serían un incremento en la producción de alimentos de hasta 300%; disminución de entre 30 y 40% en la producción de cultivos y un aumento en la importación de maíz de 16 millones a 25 millones de toneladas anuales.
Dijo que las instituciones que apuntan a la prohibición del glifosato incumplen con la instrucción presidencial de reducir gradualmente el uso de este herbicida y, simultáneamente, realizar los estudios e investigaciones necesarias, a las que tiene que convocar el Conacyt, para encontrar alternativas al uso de este agroquímico, mismas que, hasta la fecha, no existen.
Recordó que e 2017 la Unión Europea extendió la licencia para el uso de glifosato hasta 2022. Esta nueva revisión –apuntó la UMFFAAC– contempla la opción de extender la autorización de su uso, precisamente porque no existe evidencia científica que fundamente su total prohibición, y por la falta de un sustituto con los beneficios que tiene el herbicida.