Entre las formas más comunes de piratería de semillas, están el uso ilegal de marcas registradas, el rellenado de envases originales con semillas piratas y la venta de semillas que no han sido producidas bajo procesos que aseguren su calidad

México. – En México, la piratería de semillas –que puede ser desde la venta de grano pintado hasta falsificación de etiquetas– afecta principalmente a los cultivos de granos, hortalizas, forrajes y ornamentales, lo cual tiene diversas consecuencias para el agricultor como el bajo rendimiento y calidad de las cosechas y pérdidas económicas para las empresas semilleras de hasta el 10 por ciento del mercado, que representa 100 millones de dólares anuales, advirtió Emmanuel Ibarra Estrada, coordinador de Pymes de la Asociación Mexicana de Semilleros (AMSAC).

Entre las formas más comunes de piratería de semillas, añadió, están el uso ilegal de marcas registradas, el rellenado de envases originales con semillas piratas, la venta de semillas que no han sido producidas bajo procesos que aseguren su calidad y la venta de semillas de calidad robadas que son mezcladas con semillas de baja calidad u con granos.

“México, enfrenta un grave problema de piratería (de semillas). Los principales afectados son el agricultor que las siembra porque obtiene bajos rendimientos y calidad de sus cosechas, y éstas se exponen a mayores incidencias por efectos adversos al cambio climático. Además, existe un mayor daño por plagas, y el consumidor final pierde su derecho a obtener y consumir productos que cumplan con sus exigencias”, indicó.

En el seminario sobre retos y perspectivas para el agro mexicano, Ibarra Estrada precisó que la suplantación de semillas afecta principalmente a los cultivos de maíz, chile, cebolla, jitomates, sorgo y las plantas ornamentales.

Añadió que los estados más afectados en este rubro –hortalizas, granos y forrajes– son Jalisco, Guanajuato, Chihuahua, Sinaloa y Sonora. Respecto a las plantas y flores ornamentales el problema se concentra en entidades como el estado de México, Morelos, Puebla, Ciudad de México, Michoacán, Guerrero y Colima.

De igual forma, comentó, el robo de semillas se registra mayormente en el centro del país, como es en Guanajuato, estado de México, Jalisco, Sinaloa y la zona de transición entre Puebla y Veracruz.

Por su parte, Mario Puente Raya, director ejecutivo de AMSAC, comentó que “las semillas son un insumo estratégico y contribuyen a la productividad del campo y a la seguridad alimentaria”.

En este sentido, agregó, el Programa Nacional de Semillas, busca, principalmente que todos los agricultores tengan disponible la mejor semilla para siembra.

Con información de: La Jornada

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