Aunque el funcionario celebró ajustes a decreto para permitir la importación del grano para engorda de ganado y agroindustria, dijo que la Secretaría de Salud deberá demostrar si es dañino para personas

México. – A 24 años de la entrada del maíz amarillo transgénico a México “no hay científicamente demostrado un daño a la salud humana ni en México ni el mundo”, afirmó Víctor Villalobos Arámbula, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).

Sostuvo que desde la secretaría de Agricultura “siempre estuvimos pugnando porque hubiera acceso al maíz (amarillo) con fines de alimentación animal, porque claramente no tenemos la capacidad de producirlo y toda esta industria se vería afectada… pero afortunadamente esto no quedó en el Decreto, o sea, que hay un libre acceso de las 17 millones de toneladas que importamos, en tanto no seamos autosuficientes”.

Entrevistado por El Economista, en el marco de la Expo Carnes y Lácteos 2023, organizada por el Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne), el funcionario federal especificó que en caso de que el gobierno de Estados Unidos solicite consultas en el marco del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) para sustentar con pruebas científicas las restricciones impondrá México al maíz transgénico para consumo humano, corresponderá a la Secretaría de Salud presentar los argumentos.

“Ahora se esperará la solicitud de consulta, si es que Estados Unidos lo solicita, pero va muy orientado a salud humana y eso tendrá que ser un tema de Cofepris, tendrá Cofepris que presentar los argumentos… en el Decreto (nuevo) se hace específicamente mención a la prohibición de maíz que va a la tortilla, al consumo humano”.

El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha expresado repetidamente su desconfianza sobre la siembra y el consumo de maíz transgénico, sugiriendo que implican impactos negativos para la conservación de las variedades de maíz en México y para la salud humana.

Sin embargo, sus aseveraciones han carecido de fundamentos científicos, según ha señalado el gobierno de Estados Unidos, quien recientemente emplazó al gobierno mexicano a explicar la ciencia detrás de su decisión de prohibir el uso del maíz amarillo importado —transgénico— en la elaboración de masa y tortilla.

Juan Cortina, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), sostuvo que México está inmerso en una “discusión totalmente innecesaria”, puesto que este tipo de maíz (el transgénico) se viene utilizando en los últimos 30 años y no ha habido un problema de salud. Precisó, no obstante, que el nuevo decreto afectará solo 2% de las importaciones mexicanas de maíz amarillo transgénico, que sería el porcentaje dedicado a la masa y la tortilla, por lo que “97%, 98% del problema (de restricciones al comercio) está solucionado”.

Por ello, conminó a seguir trabajando con el gobierno, quienes se han sensibilizado con estos temas, “y si se van a dar estas autorizaciones (de importación), no debiera haber un problema con Estados Unidos”.

José Abugaber, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), destacó que “Expocarne y Lácteos se ha consolidado como un referente internacional del sector cárnico y de lácteos. La eficiencia alimentaria es uno de los desafíos más importantes del país. Necesitamos seguir construyendo una cadena de valor sólida”.

Con información de: El Economista

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