La cadena de comida rápida admitió en un reporte que un tercio de los pollos de sus proveedores tiene dolorosas inflamaciones y otras dolencias por las pésimas condiciones en las que los crían
Reino Unido. – KFC (Kentucky Fried Chicken) admitió que los pollos que crían para consumo en sus restaurantes han sido víctimas de crueldad animal, pues un tercio de ellos padecen una dolorosa inflamación, entre otras enfermedades.
A través de un reporte que compartió con el diario inglés The Guardian, la cadena de comida rápida aseguró que busca mejorar las condiciones de salud de los pollos. Sin embargo, de acuerdo con el documento, mientras más demanda hay de estos animales para su consumo, peores son los problemas que enfrentan las criaturas.
Actualmente, los pollos que KFC cría tardan alrededor de 30 días en alcanzar el peso ideal para los platillos que venden.
Por ello, relatan en el reporte, 35% de las aves criadas por los proveedores de KFC en Reino Unido e Irlanda sufren de una inflamación en sus patas, causada por la pododermatitis. Este padecimiento se genera porque no hay una correcta ventilación ni una higiene adecuada en las granjas donde habitan, al menos por un mes, los pollos.
Y eso no es lo peor: la empresa añade que la mortalidad de estos animales es de alrededor del 4%. Es decir, de 10 mil pollos que crían, 400 mueren o los tienen que sacrificar ante las enfermedades.
KFC busca mejorar el bienestar de los pollos
Tras la denuncia de crueldad animal en los pollos de sus proveedores, KFC reveló que firmó un acuerdo (Better Chicken Commitment o BCC) para mejorar los estándares de bienestar de las aves.
Este reporte envía un mensaje claro a todos nuestros proveedores sobre qué buscamos en términos de mejorar el bienestar (de los animales)”, afirmó Paula MacKenzie, gerente general de Kentucky Fried Chicken en Irlanda y Reino Unido.
Sin embargo, la Unión Nacional de Granjeros de Inglaterra aseveró que dicho acuerdo incrementaría las emisiones de gas invernadero, sin que esto mejore, como tal, la calidad de vida de los pollos.
Con información de: The Guardian