Los antioxidantes luteína y zeaxantina se encuentran en hortalizas verdes de hoja, como kale, espinaca, brócoli y guisantes.

EEUU. – Las personas con unos niveles más elevados de antioxidantes en la sangre podrían ser menos propensos a desarrollar demencia, según un estudio publicado el 4 de mayo en la edición digital de Neurology®, la revista médica de la Academia Estadounidense de Neurología.

El estudio descubrió que las personas con altos niveles de los antioxidantes luteína y zeaxantina y de beta-criptoxantina en la sangre tenían menos probabilidades de desarrollar demencia décadas más tarde que las personas con menores niveles de estos antioxidantes.

La luteína y la zeaxantina se encuentran en hortalizas verdes de hoja, como kale, espinaca, brócoli y guisantes. La beta-criptoxantina está presente en frutas como naranja, papaya, mandarina y kaki. «Ampliar la función cognitiva es un reto importante para la salud pública», sostiene la autora del estudio, la Dra. May A. Beydoun, máster en Salud Pública, del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento, perteneciente a los Institutos Nacionales de Salud, sito en Baltimore, Maryland.

«Los antioxidantes pueden ayudar a proteger el cerebro del estrés oxidativo, que puede provocar daño celular. Se necesitan más estudios para comprobar si la incorporación de estos antioxidantes puede ayudar a proteger al cerebro de la demencia».

Al principio del estudio participaron 7.283 personas de 45 años en adelante. Se les realizó un examen físico y muestras de sangre para comprobar los niveles de antioxidantes al inicio del estudio. A continuación, se les hizo un seguimiento durante una media de 16 años para ver quiénes habían desarrollado demencia.

Los participantes se dividieron en tres grupos basándose en sus niveles de antioxidantes en sangre. Aquellos con las cantidades más elevadas de luteína y zeaxantina eran menos propensos al desarrollo de demencia que los que presentaban niveles inferiores.

«Es importante destacar que el efecto de estos antioxidantes en el riesgo de demencia se redujo en cierta medida tomando en cuenta otros factores como la educación, los ingresos y la actividad física, por lo que es posible que esos factores ayuden a explicar la relación entre los niveles de antioxidantes y la demencia», apunta Beydoun.

Una limitación del estudio es que los niveles de antioxidantes se basaron en una medición de los niveles en sangre y es posible que no reflejen los niveles de las personas a lo largo de su vida.

Con información de: AAN

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