La CNOG alertó sobre importaciones de carne desde países como Brasil que, sin tratado comercial, desplazan a proveedores tradicionales poniendo en riesgo a 750 mil productores mexicanos. 

Por Redacción Guía Agroindustrial 

Ciudad de México.— La Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG) alertó sobre las importaciones de carne desde países como Brasil que, sin tratado comercial, desplazan a proveedores tradicionales y ponen en riesgo a 750 mil productores mexicanos. 

Al respecto, el presidente del Consejo Directivo de la CNOG, Homero García de la Llata señaló que, de acuerdo con cifras oficiales, hasta octubre de 2025 se contabilizaron poco más de 100 mil toneladas de carne provenientes de Brasil y se espera que al cierre del año alcancen las 120 mil. 

En conferencia de prensa, dijo que ante esta situación, los ganaderos “dan un paso al frente” ofertando en el corto plazo a la industria de carne nacional cerca de 420 mil de cabezas de ganado de calidad de exportación mismas que hoy, “por cierre unilateral del comercio de ganado en pie por el gobierno norteamericano, no han sido exportadas”.  

Asimismo, la CNOG propuso un cupo máximo de 70 mil toneladas anuales para países sin tratado de libre comercio, considerando que de entre las balanzas comerciales de proteína animal, la de bovinos ha presentado en los últimos 10 años un saldo superavitario por lo que, afirmó, “el sector bovinos carne puede abastecer el mercado nacional al 100%”. 

Por su parte, el presidente ejecutivo de la Organización de Porcicultores Mexicanos (OPORMEX), Jorge Iván Espinosa Vázquez, confió en que el Gobierno Federal mantendrá el cupo de 51 mil toneladas para la importación de carne de cerdo proveniente de países con los que México no tiene tratados comerciales, como Brasil, criterio que, consideró, deberá reflejarse en el próximo decreto del Paquete contra la inflación y la carestía (Pacic). 

En este sentido, García de la Llata confió en que tras las pláticas que se han sostenido con las Secretarías de Agricultura, Economía y Hacienda, se pueda detener esta sobre importación de carne, ya que de no respetarse dicho límite, las importaciones podrían superar las 130 mil toneladas en 2026, “poniendo en riesgo la producción nacional y la soberanía alimentaria”. 

Si bien ambos reconocieron el valor del Pacic para proteger la economía familiar; advirtieron que combatir la inflación no puede comprometer la sanidad ni la competitividad del sector, especialmente cuando los altos volúmenes de importación no han generado beneficios directos al consumidor y, por el contrario, han desestabilizado el mercado.  

 “Los precios al consumidor final no se han detenido. Los volúmenes de importación no correlacionan con los precios monitoreados por la Profeco y nos colocan en una situación muy complicada porque distorsionan el mercado de la carne”, señaló Iván Espinosa.  

Agregó que toda importación desde países sin acuerdos comerciales debe realizarse con prudencia técnica, “pues permitir ingresos indiscriminados desde regiones sin equivalencia sanitaria ni trazabilidad homologada, representa un riesgo grave para la bioseguridad, además de afectar la estabilidad de precios tanto para productores como para consumidores”. 

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