Las berries son ricas en flavonoides, compuestos naturales con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. 

Santiago de Chile. — En Chile, el cáncer de colon y recto es hoy la segunda causa de muerte por tumores malignos, con tasas que fluctúan entre 11 y 16 fallecimientos por cada 100 mil habitantes, según cifras oficiales. Pese a los avances médicos, la sobrevida a cinco años tras el diagnóstico aún se ubica entre el 40% y 60%, lo que abre interrogantes sobre la eficacia de los tratamientos disponibles. 

En este escenario, un grupo de berries —frambuesas, moras, arándanos y fresas— podría transformarse en un inesperado aliado. Su riqueza en flavonoides, compuestos naturales con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, ha captado la atención de la investigadora Emilia Escalona, académica del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad Autónoma de Chile (sede Talca). 

“Nuestras defensas tienen la capacidad de reconocer y eliminar las células cancerosas, pero estas se esconden detrás de un escudo de azúcar, llamado ácido siálico, que además favorece la metástasis en el paciente”, explica Escalona. Su hipótesis es que ciertos flavonoides —como la quercetina y el kaempferol— podrían “apagar” este camuflaje y evitar que las células malignas migren a otros tejidos. 

Un Fondecyt para avanzar en nuevas terapias 

La investigadora, de 34 años, acaba de adjudicarse un Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt) de Iniciación 2025, uno de los fondos más competitivos de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID). Gracias a este financiamiento, dispondrá de 30 millones de pesos anuales hasta 2027 para desarrollar su proyecto. 

Actualmente existen fármacos que buscan bloquear la evasión inmunológica mediada por la sialilación, pero su uso es limitado por alta toxicidad y baja eficacia. Los flavonoides, en cambio, ofrecen ventajas: son seguros, accesibles, abundantes en la dieta chilena y, además de atacar el escudo de azúcar, estimulan las defensas naturales del organismo. 

“Dentro de las terapias que existen, encontré estos compuestos polifenólicos que son muy saludables y accesibles para la población, especialmente en la región del Maule. Estos no solo podrían apagar este escudo, sino que ya han demostrado tener propiedades anticancerígenas”, señala Escalona. 

El proyecto no solo busca abrir caminos hacia terapias más seguras y accesibles contra el cáncer colorrectal, sino que también resalta el valor de los berries producidos en Chile, no solo como un motor exportador sino como una fuente potencial de compuestos bioactivos con impacto en la salud global. 

Con información de Portal Agro Chile 

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