Moscú «usa como arma esta amenaza a la seguridad global», afirmó en una conferencia internacional el ministro ucraniano de Agricultura, Mykola Solskyi

Bruselas. – El ministro ucraniano de Agricultura, Mykola Solskyi, pidió ayuda este fin de semana a los países europeos para incrementar las capacidades de exportación de cereales de Ucrania, en vista de que según afirmó Rusia «no tiene intención» de desbloquear la situación.

Moscú «usa como arma esta amenaza a la seguridad global», afirmó en una conferencia internacional celebrada en Berlín para tratar la crisis alimentaria en la que participaron unas 50 delegaciones nacionales y organizaciones como Naciones Unidas (ONU).

El ministro afirmó que en comparación con los cinco millones de toneladas de granos que exportaba Kiev cada mes antes de la guerra, desde febrero sólo ha logrado sacar del país cuatro millones.

A pesar de que Moscú señalizó estar dispuesta a respetar corredores marítimos para permitir las exportaciones, Solskyi subrayó que el pasado 4 de junio los rusos destruyeron la segunda mayor terminal de almacenamiento de grano en Mikoláiv, al sur del país.

Hace dos días atacaron una terminal de aceite vegetal y están «constantemente» lanzando misiles contra las redes de transporte terrestre que sirven como «corredor» para las exportaciones, denunció.

En vista de la situación, pidió a los países europeos que cooperen con Ucrania para desarrollar las infraestructuras que permitan acelerar el ritmo de las exportaciones por carretera.

Así, pidió a los Gobiernos que incentiven la fabricación de camiones de transporte de cereal y otra maquinaria necesaria para este proceso, subvencionando a los fabricantes.

Además, señaló que Ucrania está trabajando en proyectos relativos a las terminales de exportación que tratará con sus homólogos europeos en reuniones bilaterales.

Por último, solicitó que se destinen fondos a comprar cereal a los agricultores ucranianos mientras este permanece sobre el terreno, para permitirles financiar la próxima temporada agrícola.

La conferencia de este viernes en Berlín reunió a ministros de Exteriores, de Cooperación y de Agricultura para abordar desde diversos ángulos la crisis alimentaria.

Así, más allá de medidas urgentes como el desbloqueo de los puertos ucranianos, los participantes abogaron por incrementar las contribuciones para ayuda humanitaria, pero también instaron a pensar a largo plazo y a actuar en vista del reto que supone el cambio climático para la producción agrícola.

El ministro de Agricultura alemán, el verde Cem Özdemir, destacó que la política agrícola es siempre, al mismo tiempo, política de seguridad y abogó por realizar inversiones para que el sector sea más sostenible y resiliente.

Subrayó que «el derecho a una alimentación adecuada es un derecho humano» y llamó con ello a priorizar el uso de la producción agrícola para la alimentación humana en lugar de para la fabricación de biocombustible.

En este sentido, la ministra de Estado de Agricultura británica, Victoria Prentis, avanzó que su Gobierno está estudiando una propuesta para reducir en un 10 % la producción de biocombustible, lo que podría contribuir a «mitigar» la situación.

Con información de: Efeagro

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