Se estima que los apicultores estadunidenses han perdido el 40% de sus colonias de abejas melíferas

Es un hecho que las abejas están desapareciendo de nuestro mundo. Hay muchas razones para ello, entre las que se incluyen los pesticidas y la mala nutrición, aunque las causas no están esclarecidas del todo.

La mayoría de los apicultores tienen que comprarlas o alquilarlas. Estas pérdidas están provocando un aumento de los precios. Se estima que los apicultores estadunidenses han perdido el 40% de sus colonias de abejas melíferas, según datos de U.S. Bee Informed Partnership.

Científicos rusos de la Universidad Politécnica de Tomsk barajan una alternativa: el uso de abejas robot. Los investigadores tienen la intención de lanzar el proyecto en el año 2020. De acuerdo con sus planes, el tamaño de los prototipos sería, al menos, siete veces más grande que las abejas reales, es decir, alcanzarían el tamaño de la palma de una mano.

Para uso en invernaderos

Según ha explicado Alexéi Yákovlev, director de la escuela de ingeniería de la Universidad Politécnica de Tomsk, las abejas artificiales serían especialmente beneficiosas para las fresas y otras plantas que crecen en los invernaderos durante todo el año.

“Estamos planeando desarrollar las abejas, algoritmos y software, así como sistemas ópticos y métodos de reconocimiento de imágenes para conseguir un posicionamiento preciso”, explica Yákovlev. La creación del primer lote de 100 robots voladores tendrá un coste de unos 1,4 millones de dólares.

“Los agricultores están utilizando abejorros para la polinización en grandes invernaderos a lo largo de todo el año”, explicó Yákovlev. “Una familia de abejorros cuesta alrededor de 500 dólares. En invierno vuelan con luz infrarroja, que simula el calor del sol. Sin embargo, en primavera los abejorros se pueden escapar, lo que supone una pérdida económica”. Mientras que los robots trabajarían sin parar y nunca se escaparían.

En cualquier caso, las abejas artificiales no resuelven el problema de la extinción, declaró Yákovlev a Russia Beyond. “Barajamos la posibilidad de utilizar las abejas robot solo en el invernadero, fuera de su hábitat natural”.

Sin embargo, los agricultores que cultivan manzanas, cerezas y otros frutos utilizan las abejas en espacios abiertos. En EE UU los productores de almendra pagan unos 200 dólares por colmena, mientras que los cultivadores de arándanos se gastan 110 dólares y los productores de manzana pagan alrededor de 70 dólares.

En algunas explotaciones agrícolas están considerando la posibilidad de polinizar con especies alternativas. Según los expertos, hay otros tres importantes animales polinizadores: los murciélagos, las moscas y los mosquitos.

¿Cuándo van a volar estos robots?

Hasta la fecha ningún intento por crear una alternativa artificial a las abejas ha tenido éxito. En 2017, Eijiro Miyako, del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Industrial Avanzada de Japón, desarrolló una especie de avión teledirigido para transportar polen entre las flores.

El fondo del dispositivo está cubierto de crin de caballo y recubierto de un gel pegajoso especial. Cuando este dron vuela sobre una flor, los granos de polen se adhieren ligeramente al gel y luego se sueltan en la siguiente flor.

Se hicieron una serie de pruebas en las que el dron polinizó unos lirios japoneses. Los pelos suaves y flexibles de los animales no dañaron los estambres ni los pistilos cuando cayó sobre las flores.

Con información de Russia Beyond

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