Esta leche, que ha llegado hasta la feria de gastronomía internacional Madrid Fusión, está considerada como la primera leche con origen español de camella

Madrid. – De estar en peligro de extinción a vivir en un terreno de un millón de metros cuadrados para producir una de las leches más caras del mercado; así ha cambiado la vida de la camella canaria, el animal llamado a ofrecer el producto lácteo “del futuro” por su capacidad para adaptarse al cambio climático.

Esta leche, que ha llegado hasta la feria de gastronomía internacional Madrid Fusión, está considerada como la primera leche con origen español de camella.

La protagonista de esta historia es la especie autóctona de camellas que habita en las Islas Canarias, un animal en el que se fijó la empresa Dromemilk para conseguir sacarles del papel secundario de la casi extinción para ponerle el foco de ser una leche “del futuro”.

“Esta raza había quedado relegada a los paseos turísticos o las romerías”, explica en declaraciones a Efeagro la directora gerente de la primera granja camellar de España –Dromemilk Camel Bio Farm– Guacimara Cabrera.

Con tan solo cuatro ejemplares en España y 1.000 en el resto del planeta, en 2002 el Gobierno de España y la Unión Europa lo declaró en peligro de extinción, según detalla Cabrera.

Por ello, la directora gerente y su equipo decidieron ponerse manos a la obra e iniciar una investigación junto con universidades de Madrid, Barcelona y Arabia Saudí de cara a examinar al detalle las propiedades de la leche de este animal.

De esta forma, la investigación confirmó que este producto posee una molécula similar a la de la insulina, es decir, que su ingesta puede llegar a reducir el azúcar en sangre.

Además, tiene un “gran valor proteico”, según defiende Cabrera a lo que añade que, es “muy baja en grasa”, no tiene lactosa y por lo tanto es buena para las personas intolerantes a la lactosa y también para diabéticos.

Tras confirmar todas estas propiedades, en 2011 la empresa creó un proyecto piloto para ver los posibles resultados que podría dar la elaboración de leche de camella.

“Los resultados fueron formidables”, recuerda la directora a la vez que adelanta que, cinco años más tarde, compraron un terreno de un millón de metros cuadrados al norte de la isla de Fuerteventura para consolidar el proyecto.

En ese terreno habitan ahora más de 400 camellas que conforman así la primera granja de estos animales de España y la más “grande de Europa con producción láctea”, defiende Cabrera.

La leche del “futuro”

Al no alimentarse de pasto, la directora explica que estos animales ofrecen una leche “ecológica” con un color mucho más claro, y con un sabor “sorprendente”.

No obstante, Cabrera admite que esta leche en otros mercados internacionales es reconocida como un producto «gourmet» y «caro», con precios que van hasta los ochenta euros.

Por ello, uno de los retos que tienen es ofrecerla a un precio asequible y, también, mostrar los beneficios que tiene con respecto a las otras ofertas.

Uno de los ejemplos que pone son las propiedades que el producto tiene en los niños con autismo, que, según explica haciendo mención a diversos estudios, mejora sus capacidades.

Por último, la directora también hace mención a diversos estudios que maneja para referirse a esta como una leche “del futuro” debido a la capacidad de adaptación del camello a las condiciones atmosféricas extremas producto del cambio climático.

Es por este motivo también por el que, entre sus proyectos, no está solo producir leche, sino también productos lácteos derivados como yogures o chocolate: “El camello es el animal del futuro”, reitera Cabrera.

Con información de: Efeagro

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