De acuerdo con la Sader, la producción de este alimento se incrementó 6.5 en el último año, con un valor económico superior a mil 109 millones de pesos

Por redacción Agro Orgánico

México. – La producción nacional de guajolote cerrará este año con una producción de 19 mil 506 toneladas, lo que implicaría un incremento de alrededor de 6.5 por ciento respecto a 2021, con lo cual el abasto de este alimento tradicional de la cena de nochebuena está garantizado, al complementarse con las importaciones, informó la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).

De acuerdo con la dependencia, en 2021 la producción de guajolote generó un valor económico superior a mil 109 millones de pesos, con un volumen de 18 mil 315 toneladas, de las cuales el 22 por ciento (cuatro mil 029 toneladas) se produjo en los meses de noviembre y diciembre.

Agregó que de las 18 entidades dedicadas a la producción de guajolote, Yucatán ocupa el primer lugar con cuatro mil 963 toneladas; le siguen Puebla, con dos mil 655 toneladas; Estado de México, dos mil 199; Veracruz, mil 382 toneladas, y Tabasco, con mil 172 toneladas, según cifras del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).

55 por ciento de la producción de carne de guajolote en el país se realiza en condiciones de traspatio o pequeña escala. Por esta razón, la Sader invitó a la población a “consumir este tradicional y nutritivo alimento que genera ingresos para los productores de pequeña escala y quienes participan en las cadenas de valor”.

Además –destacó la dependencia– la carne de guajolote es rica en ácidos grasos, posee un contenido de colesterol muy bajo, cuenta con alto contenido en hierro y es rica en vitaminas del grupo B.

Respecto al consumo, la Sader señaló que de acuerdo con la Unión Nacional de Avicultores (UNA), el consumo de pavo es estacional, ya que 90 por ciento de la oferta y demanda ocurre en la época decembrina. De esta, el 75 por ciento corresponde a pavo entero y el porcentaje restante se consume en subproductos como salchichas y jamón.

Por otra parte, la Sader explicó que el nombre “guajolote” proviene del náhuatl huexólotl, que se traduce como “viejo monstruo” o “gran monstruo”, porque hace alusión al tamaño del macho y sus exuberantes plumas ornamentales, adornado por una roja cabeza y un trozo de piel que cuelga de su frente, conocido como moco.

El pavo o guajolote (Meleagris gallopavo mexicana) es otra de las aportaciones que México ha hecho al mundo, ya que antes de la llegada de los españoles a nuestro país, los aztecas ya habían domesticado esta especie, con tan profundo arraigo que hoy día sigue presente en los traspatios de muchas familias mexicanas, apuntó la Sader.

Anterior Zacatecas producirá nopal forrajero sin espinas
Siguiente La estrategia agrícola implementada por el actual gobierno provocará dependencia alimentaria